No salir en listas de la UDG es una situación complicada para muchos de los aspirantes que realizan el examen de admisión. Tratándose de un ámbito tan competitivo, no resulta extraño que el número de admitidos sea tan reducido. Tan solo en el calendario 2020A, de los casi 42,000 estudiantes que presentaron la PAA, aproximadamente 19,000 resultaron admitidos. Esto quiere decir que más del 50% de aspirantes no ingresaron a la universidad en esa oportunidad.

Frente a este panorama, es importante mantener una actitud positiva. No cabe duda de que la vivencia real de haber aplicado el examen de admisión puede convertirse en un aprendizaje muy significativo. Por eso, si en este intento no fuiste admitido en la universidad, no renuncies a tu sueño, convierte esa experiencia en una ventaja y ten la fortaleza para volver a intentarlo.

Lo primero que debes hacer es recoger tu documentación en las oficinas de Control Escolar del centro universitario donde la entregaste. Debes presentarte con tu credencial de aspirante en las ventanillas de “Primer ingreso” (5 y 6), de lunes a viernes entre las 9 y 15 horas. Además, en la misma ventanilla te proporcionarán un formato de desistimiento que deberás llenar y entregar. Una vez resuelto este procedimiento, investiga nuevamente el calendario de trámites para el nuevo ciclo al que desees aspirar y realiza correctamente el trámite de ingreso. Recuerda que el proceso de admisión es muy riguroso, así que debes estar muy atento a cada paso, a las distintas fechas y documentación requerida, etc. Por esto, te compartimos la siguiente guía con todos los pasos a seguir:

Ahora veamos algunas estrategias para aumentar tus probabilidades ingreso en la siguiente oportunidad:

Comprender los puntajes del examen

Ahora bien, para convertir tu experiencia en aprendizaje, analiza tu desempeño en cada una de las áreas del examen e identifica tus debilidades. El examen de admisión UDG evalúa tres bloques correspondientes a Verbal, Matemáticas e Inglés considerando una escala de puntuaciones que va desde los 200 a los 800 puntos. Dentro de este rango, puntuaciones arriba de los 650 puntos en Verbal y Matemáticas se consideran “buenas” si se suman con un promedio de preparatoria arriba del 95 (recuerda que el promedio de prepa representa la mitad de la puntuación final), esto daría un resultado aproximado de 170 puntos, el cual es bastante bueno para la mayoría de las carreras, aunque podría resultar insuficiente para Medicina, por ejemplo.

Como puedes ver, muchos factores entran en consideración para valorar una buena o mala puntuación. En el examen, no hay una calificación mínima para aprobar o reprobar, sino que, dependiendo de las circunstancias, los puntajes pueden ser suficientes o insuficientes. Dependiendo de tu promedio de preparatoria y los puntajes mínimos de la carrera a la que aspires, tendrás que establecer como meta una determinada puntuación en Verbal y Matemáticas y, con base en dicha meta, elaborar una estrategia de estudio.

Identificar debilidades y errores

Por tus puntajes obtenidos podrás reconocer si tu desempeño se vio más comprometido en Verbal o Matemáticas y, por lo tanto, tendrás una pista de las áreas que debes mejorar y de los conocimientos que debes adquirir. Si tuviste algún vacío de contenido o te enfrentaste a información o procedimientos desconocidos, no bastará con seguir practicando con exámenes de simulación, sino que tendrás que consultar notas, explicaciones y lecciones para ampliar tus conocimientos. Además, tras haber realizado el examen, serás consciente de algunos errores que pudiste haber cometido. Los errores más comunes son:

  • Descuidos: contestar correctamente en el cuadernillo, pero no en la hoja de respuestas; equivocarte en el número de una respuesta y afectar al resto; contestar incorrectamente por apresurarte; no regresar a la pregunta que dejaste sin contestar.
  • Mala gestión del tiempo: calcular mal el tiempo para resolver los ejercicios o las secciones; distraerte calculando el tiempo en lugar de responder el examen; no prestar atención al tiempo límite.
  • Falta de conocimiento: desconocer conceptos, procedimientos o contenidos en general.
  • Malinterpretar una pregunta: contestar sin haber comprendido realmente la indicación del ejercicio; parafrasear erróneamente una pregunta; adivinar la respuesta porque no comprendí la pregunta.

Dado que existen muchas estrategias para evitar estos errores, si eres consciente de ellos, no volverás a cometerlos en tu segunda aplicación de examen.

Evaluar mis posibilidades

Ahora bien, si no fuiste admitido en una de las carreras con más competencia como Medicina, parte de la estrategia tendrá que ser evaluar las posibilidades reales que se desprenden de tu promedio de preparatoria, porque este representa el 50% de tu resultado final. Si, por ejemplo, egresaste con un promedio de 70, sería sumamente difícil ingresar a Medicina porque obtener 100 puntos como resultado final en el examen de admisión es muy poco probable. No obstante, considerando estos factores, si tu promedio de prepa es mayor, podrías considerar realizar el examen en el ciclo “A”, solicitar el ingreso a otro centro universitario que oferte medicina en lugar de solicitar a CUCS o tomar un curso de preparación para el examen de admisión con el fin de aumentar tus probabilidades de ingreso. Para tener más información sobre este caso particular, consulta nuestro artículo:

En cualquier caso, procura contar con varias opciones de carrera que te resulten atractivas de forma que, si cuentas con un promedio bajo de preparatoria, puedas investigar los puntajes mínimos de todas ellas y elegir aquella que resulte más prometedora.

Mejorar mi preparación

Además de reflexionar sobre tu experiencia en la realización del examen, te será útil analizar cómo fue tu proceso de preparación anterior y cuáles aspectos podrías mejorar: si necesitas prepararte con antelación, si requieres una guía especializada con temas del examen, más ejercicios para poner en práctica tus conocimientos o asesorías personalizadas para resolver cualquier tipo de duda. Si te interesa ingresar a una de las carreras más competitivas, lo más recomendable es que tomes un curso de preparación para el examen. A este respecto, existen diferentes cursos de preparación para el examen de admisión que se enfocan en resolver esta clase de necesidades. Incluso, algunos de ellos tienen paquetes especiales con contenidos que se enfocan específicamente en tus áreas de oportunidad. En este artículo, reunimos información sobre los cursos más importantes para que puedas compararlos y elegir la mejor opción para ti:

¡Mantente positivo!

Recuerda que una virtud importante en los seres humanos es la resiliencia, es decir, la capacidad para adaptarnos positivamente a situaciones adversas, de resolver nuestros problemas y superar los obstáculos. No es sencillo mantenerse positivo en situaciones difíciles, pero es justamente en estas situaciones donde se pone a prueba nuestra fortaleza. Para adoptar la resiliencia como una de tus cualidades, lo primero que debes hacer es identificar y aceptar la situación difícil; después, atribuirle un valor y un sentido para poder establecer una meta y, finalmente, podrás elaborar estrategias para alcanzar esa meta, aprovechando al máximo lo que tengas a la mano y evaluando tus posibilidades. Si tu meta es ingresar a la universidad, no renuncies a ella después de encontrarte con el primer obstáculo: aprende de tu experiencia, conoce tus posibilidades y elabora nuevas estrategias para lograrlo.